viernes, 4 de noviembre de 2011

Nada más popular que el Capitalismo

“La historia no es un corazón que se detiene
porque esta hecha de infinitos latidos”

El capitalismo no es un hecho ideológico, mágico o etéreo, el capitalismo es un hecho material, practico, palpable, respirable, saboreable, comible, amable, dormible. El capitalismo es una cultura tan arraigada que ni siquiera se nombra así mismo porque lo es todo, es el universo es el alfa y el omega, es nuestra sociedad.

En la oposición los seguidores y lideres conscientes o no, que están sin cortapisas en contra de cualquier cambio, no lo hacen por brutos, estúpidos, ignorantes, o tercos, lo hacen porque se saben pertenecientes a una cultura, aún cuando para muchos sea de forma instintiva, saben que le pertenecen y a ellos les pertenece el capitalismo. Cuando se atenta entonces contra una cultura, aún cuando no sea mas que con la palabra, es lógico que los dolientes de la misma salgan defenderla de forma racional o irracional ese punto es irrelevante. Atentar contra el capitalismo es atentar contra la vida misma de ellos y de nosotros, porque también existimos los nosotros.


Nosotros, apoyamos este proceso porque el instinto nos obliga hacerlo, y no es un peo intelectualoide, es más bien el instinto de sobre vivencia el que se activa en muchos cuando pareciera ser el fin de nuestra especie lo decretado por la cultura capitalista. Y es por eso el millón de contradicciones que nos habitan y vomitamos todos los días, al no ser un hecho consciente el porque apoyamos este proceso, el porque lo empujamos hacia adelante, hacemos la danza del difunto y caminamos un paso hacia adelante y dos hacia atrás, el miedo se apodera de nosotros porque lo desconocido nos asusta ancestralmente y no es nada fácil caminar hacia la otra sociedad distinta al capitalismo, que es lo que conocemos desde hace generaciones.


Partir de nuestras miserias para construir otra sociedad distinta a nosotros, es el único punto de salida viable para avanzar, seguir desdeñando el capitalismo como algo maléfico, como sino nosotros fuéramos inocentes, como si eso de ser capitalista es derecho único de la oposición, es absurdo. En principio debemos admitir que el capitalismo nos habita y nosotros lo habitamos a él, por eso no extraña que por ejemplo aprobemos una ley que justifica que el hogar es una mercancía, cuando le permite a otros vivir de la miseria del que no tiene casa cuando el primero tiene 100 apartamentos.


El capitalismo es popular porque es un hecho humano, profundamente humanista, pensado, diseñado, difundido y practicado solo por los humanos, no es malo ni bueno, no es un fenómeno religioso ni lo mando el demonio para maldecirnos, el capitalismo, nació como una idea que partía de la satisfacción de las necesidades humanas a partir de la producción y acumulación de riquezas, se volvió masivo, creo su propia dinámica para y su teoría expandirse, hasta llegar al punto en el que nos encontramos hoy donde, a falta de territorios y mentes por dominar, se vuelve una tara para si mismo y para todos nosotros sus fieles devotos. Junto con él se abortaron otras ideas, como lo fue el comunismo, el socialismo, el anarquismo, la única diferencia entre el primero y estas ultimas es que solo cuajo el capitalismo, las demás quedaron etéreas al punto que no existe evidencia alguna de que alguna vez se aplicaran, tan es así que un capitalista, un comunista, un socialista y un anarquista, defienden la libertad, la democracia, la igualdad, la fraternidad, todos estos, principios bases de la REVOLUCION burguesa.


Si, somos capitalista, nunca seremos otra cosa, tendríamos que morir y volver a nacer y eso es imposible. Partir de nuestra miseria hace que veamos el todo con una mayor claridad, el no hacerlo nos hace parecer estúpidos y arrogantes ante la realidad aplastante que no los enrostra todos los días.


Leer, ver y oír a personas, burlarse de la frase “capitalismo popular” indigna, porque pareciera que quien hace el chiste, cree que existen los que son socialistas y los que no, cuando la única realidad demostrable es que no existe un solo ser humano que culturalmente no sea capitalista.


El capitalismo es popular, no hay nada en este mundo que supere la popularidad del capitalismo, no hay un mar que no contenga un mancha de aceite, no hay un cielo que no haya sido violado por un avión, no hay un bosque que no contenga una lata o envase de plástico, no existe una sola persona que no añore ser rico, no hay un solo rió que no tenga en su lecho una chapa de botella, no hay espacio que no tenga un satélite, no hay un solo amor que no hipotecara su felicidad a un billete de la lotería de la vida.


No hay un solo pobre en este mundo que no añore la libertad de su amo, no existe un solo venezolano que no quiera su casa bien equipada, con su venirauto estacionado en el porche, todos sus hijos con laptos canaimas e Internet banda ancha y cada miembro del grupo familiar con su vergatario. El capitalismo es parte de nuestra masa encefálica, de nuestro plasma sanguíneo, es una molécula adherida al OXIGENO que respiramos.


La popularidad del capitalismo reside en su omnipresencia, incluso es cada vez más popular cuando en forma de chiste un intelectual se pregunta “¿qué es eso de capitalismo popular? que alguien me lo responda”, el éxito de su popularidad reside en que no se sepa que es dios.


El capitalismo es tan popular que no existe una lagrima derramada por la humanidad, luego de la tragedia de Libia, donde un pueblo entero ha sido masacrado por las grandes potencias del mundo para sostener el estilo de vida de unos pocos y la esperanza del sueño americano, vendida para las mayorías con todo y su macdonal su miquimaus y su jolibud.


La popularidad del capitalismo es tal, que el fallo de un pozo petrolero gigante, ubicado en el Golfo de México produjo una gran tragedia ecológica al verter al mar, millones de barriles de petróleo, pero mientras mi carro tenga combustible en el tanque no me importa que el océano se vuelva el más grande pozo de brea de este planeta.


El capitalismo se ha popularizado a tal punto que un pueblo entero en HAITI muere de hambre cólera y sida, todo esto inoculado por el imperio más poderoso de la historia y simplemente nuestra sensibilidad cambio de canal para no ver ese programa de mal gusto.


El océano pacifico que baña las playas del Japón, hoy se encuentra contaminado de una radiactividad irreversible, es el resultado de la instalación de la mayor cantidad de plantas nucleares percapita, en un país que se encuentra afectado por el mayor numero de movimientos telúricos en el mundo ya que esta ubicado en el conocido cinturón de fuego del pacifico. Godzila ya no solo será una alocada producción de jolibud. Todo esto para que sigamos soñando con la Toyota estacionada al frente de la casa y el pleiesteichon junto con el televisor sony pantalla plana de 52” pulgadas encendido de sol a sol, para mantenernos drogado con la supuesta satisfacción de las necesidades creadas.


Ayer la popularidad del capitalismo se hizo practica una vez más en Venezuela, con el anuncio de la entrega en el corto plazo de millones de laptos, para los muchachos de bachillerato, la felicidad por lo material olvida la muerte de miles de niños en África que nunca verán una computadora, pero son parte fundamental de su producción, al ser ellos quienes con su trabajo esclavo extraen el coltan que es necesario para crear los superconductores eléctricos que hacen posible la era de la telemática.


Tan popular es el capitalismo que disfrutamos de la industria deportiva en la creencia de que esa actividad es salud y demostración del desarrollo de los pueblos, obviando intencionalmente que el deporte mundial se sostiene en base al trabajo esclavo de millones de niños que hacen los implementos necesarios para la practica de los mismo, y que para que usted disfrute de un clásico de fútbol español O DE UNOS JUEGOS OLIMPICOS O PANAMERICABNOS es necesario un IRAQ, un AFGANISTAN y unas cuantas LIBIAS.


El capitalismo se ubica al tope del hitparei, cuando nuestros discursos giran entorno a la satisfacción de necesidades, en el crecimiento económico, en la instalación de diez plantas ensambladoras de vehículos, cuando queremos hacer una autopista en una reserva ecológica en Bolivia, y cuando los planes giran en que seamos 100 millones de habitantes solo en Venezuela para el año 2050.


El capitalismo es absolutamente popular, en Europa y EE.UU millones salen a la calle a reclamar los beneficios perdidos o los prometidos que nunca llegaron, aun cuando en principio es reaccionaria la protesta por ser reivindicativa de la satisfacción de necesidades dentro del capitalismo, no deja de ser un acto revolucionario el que millones despierten y que tarde o temprano se percaten que es imposible en el marco de este sistema resolver el demencial concepto de la satisfacción, ya que los recursos finitos con los que contamos no alcanzan ni siquiera para la cuarta parte de los 7mil millones habitante que hoy somos.


Debemos comprender que lo que verdaderamente no es popular, es la otra sociedad, se llame socialista o cachicamo azul, ya que no existe, es etérea, es ideológica, no es material, es mágica, no es practica, ni palpable, no lo puedes saborear ni respirar, no es amable, no ha sido soñadapensada aun por nadie, a no ser como un apéndice del capitalismo. Interesante fuera que cada uno de nosotros nos preguntáramos a conciencia, liberándonos de ese lastre ideológico que nos aprisiona ¿que es eso de socialismo? Y nos juntáramos en esta dolorosa pero no menos hermosa experiencia de saber que somos IGNORARES de la sociedad por construir, lo que nos brinda una espectacular oportunidad de soñarlapensarla, todo debe ser tomado en cuenta y nada debe ser dejado al azar, desde el modelo de producción hasta la casa de la otra sociedad, ¿cual sera la energía que sustentara esa otra sociedad?, la salud vista como algo fundamental y no como mercancía, donde no sea el mismo modelo el que nos enferma para curarnos y mantenernos en ese circulo vicioso hasta el día de nuestra muerte, ¿existirá o no la familia?, ¿como sera si existe?, ¿existirán las escuelas en esa otra sociedad? ¿como nos alimentaremos? ¿existirán ciudades?, son tantas cosas, que hay quien dice, que hay es que parir la otra sociedad, dejando colar que no basta pensarla y aún cuando no carece de razón su planteamiento, son tantos los factores a tomar en cuenta que solo el trabajo de pensarla ya nos llevara generaciones, es tiempo entonce de poner pie en tierra y echar andar, pensando haciendo y haciendo pensando.

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