sábado, 20 de noviembre de 2010

Basura de verdad

Carlos Angulo

La Basura de Verdad es la no reciclable, la que no sirve para nada sino es para perturbar el mundo de los ríos, el tiempo de las playas, el aire puro que necesitan las ideas por la vida, los olores gratos, la simplicidad del hombre.

Primero fue el verbo, dicen. Después llegaron ellos, los invasores, la basura de verdad, la no reciclable, y lo expropiaron y lo embasuraron todo para volver al hombre desperdicio. Entonces hicieron del verbo, de la palabra: el chisme, la estafa, la traición.

No les bastó la corrupción del dinero sino que trascendieron hasta alcanzar tornar putrefacta la actitud humana más noble.

Por no se sabe que revista científica descubrieron que la audición es el último sentido que se pierde en la agonía, entonces urdieron la trama la estrategia e inventaron la trampa y asaltaron los sentidos y le atracaron al hombre la facultad de oír el juego de las aguas, el peso de la vida ante la levedad de la muerte, el verbo del corazón; únicamente para controlar policíacamente el qué dirán y lo que sienten, piensan y rabian los que aún apenas se sostienen en vivir, por sobre la pobredumbre gerencial en la generación Basura Humana de Verdad.

Fueron más allá: traficaron con la sonrisa y el abrazo en las campañas electorales, sembraron la desconfianza en las cosechas, prostituyeron los milagros, empantanaron la fe minaron la amistad, enfermaron las profesiones, desvirtuaron el amor, se hicieron actores y lloraron frente a las cámaras, entonces también putearon el llanto. A partir de allí surgió la suerte del paranoico y del sin credo en la esencia de las ciudades: ver en todo otro al invasor proselitista enmascarado, cuya misión es invadir de descomposición a desechos de mentira para en la alquimia hacerlos Basura Humana de Verdad.

Para esta hora del poema ya no existe la calma. El temor hace la ronda, sometiendo clandestina la honestidad, las edades y los nombres, las direcciones y los bares.

Tal el poder que ha escalado la Basura Humana de Verdad que tocó presidentes con su vara de estiércol y los volvió intriga de alcoba y corrupción. Desde tal altura ya no les fue difícil nombrar secretarias privadas de la vida privada de los jefes, ministros de la seguridad secreta de los basureros políticos; diputados, generales y religiosos mulas de la adicción.

Ya todo, casi todo lo habían colmado y les estaba siendo fácil. Jugaron a la caridad con la tristeza y cambiaron parques, potes de leche popular y tapas de zinc por votos. Y así iban sumando la invasión, produciendo desesperanza para tener como héroes, tragedias que resolver. Luego venderían la imagen de la bondad y el sacrificio.

Quizás tú, o yo seamos uno de ellos en tránsito a la espera de turno en los crematorios donde se derrota los más prístinos sueños de la vida en Basura Humana de Verdad.


Soy el hombre actual

soy el hombre pantalón

el revolucionario licor

el de la palabra a media luz.

Soy la mentira y la derrota

y lo que queda de la crisis.

Soy el hombre actual

una necesidad eterna de estar ebrio

una colección de amaneceres.

un colchón de desperdicios

unas ganas enormes de continuar el circo

Sólo el claxon del aseo urbano es mi despertador

Y a paladas limpia de mi

los basureros

Debían haberme botado a mi

también.

Mis ojos se avergüenzan

de verse en mi mirada

estorbo en mi cuerpo

y mi alma sobra entre los muertos.


Profundizaron más, volvieron Basura Humana de Verdad la verdad y entraron a las casas con la facilidad de la magia sentimental que ofrecen los ladrones, y corrompieron lo sagrado y apuraron la muerte de la infancia a punta de hambre y de promesas; apoyados por la tele y sus secuaces, burlaron la sensibilidad y formaron a casi todo un pueblo en frío, a imagen y semejanza de los dioses del dinero, hasta invadir los huesos de la carne para podrir de fondo y sumarlos irreversiblemente al país que no nos pertenece.

Hay basura humana de verdad, la que no sirve para nada, ni siquiera para que la boten. Y si algo espera es convertir Basura Humana de Verdad el círculo del mundo hasta volverlo luto para siempre.

Hay otra basura, la que debe su existencia a la dignidad de haber servido alguna vez al calorcito de los cuerpos, a la frescura de los días donde hasta su otoño gravitó su mas respetable intención. Esa que aún en lo inútil permite seguir sirviendo a un país de todos, esa que espera ser tocada por el viejo hombre nuevo como aquel que entendió sin ambajes la maldición del hombre en su desmedida ambición; y definió los basureros cajas de sorpresas, cuevas del misterio y del asombro, donde siempre se tiene la certeza de que aparecerá un indicio que marque el sobresalto y sonsaque la sonrisa satisfecha. Un hombre como el que volvió amarillentos periódicos aves de la tarde, chicles usados en mariposas de plastilina y a sus hijos muñecos con corazón antiguo, de escaparates inmemorables, donde se guardan todas las cosas que los niños pierden. Quien no sobrevivió al tiempo cuya moral desanda en el exilio dejando a un país huérfano de vida plena, casi botable en el aseo urbano.


Poceta.

Sabes, mi voz derrotada se transforma en cólicos.

Clandestina me recorre, truena a mi cuerpo.

Pugna la denuncia y sólo alcanza a culpar

mi podredumbre.

¡ Ah poceta!, tú que conoces tanto

lo que nadie quiere

y lleva dentro y a veces es.

Tú que sabes de los últimos libros

del precario alimento de los hombres

las borracheras de estos tiempos.

Tú que en esa soledad de sanitario

no le temes al olvido

has vencido el desprecio y soportado el despojo.

Dime poceta, tú que vives tan de

cerca los sueños

como sacar de este desierto una risa

de esta locura una razón

de este país

de ti

Un clavel.


lunes, 8 de noviembre de 2010

AMAKA MATA BELORIO

Aquí está de nuevo el señor, debe haber quedado ígualito, con su misma cara de serio, con su misma voz de “mis amigos invisibles” con su mismo flux y con su misma corbata, como lo conocí por la televisión en su programa Valores Humanos, si señor aquí está el coño e'madre, yo sé que a los muertos no se les falta el respeto, pero el señor no es mi muerto, ni el de mis amigos. Yo lo recuerdo, mire usté, porque ¡ni papá que en paz descanse, a la hora del cine me sentaba frente al televisor, para que viera el grande hombre, al gran sabio, al más importante del país, al incomprendido; vaya ignorante, que cine ni que nada, decía mi papá, vaya y oiga y aprenda, que por eso es que el país no avanza ¡tuqui! y venga cocorronazo por la cabeza, cuando me iba durmiendo, y el señor ahí, que somos flojos, por negros, por indios, que los europeos si trabajaban, que si saben, que nos llevan una morena y ¡tuqui! otro cocorronazo y escuche pa' que sea alguien en la vida. Yo lo hubiera querido, si no lo hubiera conocido por la televisión, hasta lo llorara, pero no lo puedo llorar, ojalá esté enterrado con la cara pa' bajo, pa' que no salga más nunca, para que se hunda, para que desande por siempre el muy maldito.

domingo, 7 de noviembre de 2010

El Pobre Cosntructor

No sabe el pobre constructor
de la sombra de los árboles
no puede saber
está muy ocupado
sembrando casas
y edificios
y apartamentos
y carreteras
y estacionamientos
él sólo sabe
de urbanizaciones y de barrios
y cuando le queda tiempo
va al vivero
a la floristería
y compra una mata y una flor
y sino con una de plástico basta
cuando tiene calor
prende su aire acondicionado
no sabe si los ríos hablan o duermen
si las montañas cantan o caminan
el poderoso constructor
nunca ha contabilizado los ríos y las montañas
trocados en urbanizaciones y barrios
y autopistas y estacionamientos y fábricas
no, seguro no ha tenido tiempo
el buen constructor
las cuentas de lo acumulado no lo dejan
él sólo quiere heredar construcciones
el no quiere que su familia pase hambre
por eso el acabará con los ríos y los mares y las montañas
las lagunas rellenará y los lagos vaciará
porque su hambre es mucha
porque su sed es demasiada
sus carencias infinitas
pobrecito el pobre constructor como se ha sacrificado
el está obligado a desaparecer la noche
su miedo es extremado
él como estrellas colocará bombillos por todo el planeta
y hará que alumbren día y noche
a quien puede importarle una puesta de sol
a quien un amanecer
él cuando arrulla a su hijo le canta
te daré una urbanización y una carretera
para que vayas a otra urbanización
así será el planeta del constructor
con gramas artificiales
verdes muy verdes.
con lagos artificiales
azules muy azules
armónico equilibrado
arquitectónicamente bello
técnicamente perfecto
llenito de carros
ordenados en sus colas
que lindo es el planeta del constructor


A: Antonio Rodríguez Quintero
En esa estación, nuestro último contacto.

sábado, 6 de noviembre de 2010




Hacia el Primer Encuentro Mundial de Ignorares, porque los sabios con todos sus saberes los de ellos y los robados, no tienen una sola respuesta, para la sociedad por construir.