lunes, 8 de marzo de 2010

SOLTURAS O GRITOS DE IGNORARES

El capitalismo es un viejo muy sabio


Por más planetas que soñemos como mina y mercado, nunca lograremos saciar lo perdido, no hay acumulación que valga para satisfacer las necesidades ancestrales que se volvieron infinitas en el cerebro de los consumistas que somos.


Está ocurriendo el colapso de un sistema único en todos los sentidos, no de cualquier sistema, es nada más y nada menos que el capitalista, aglutinador de todos los sistemas poderosos que han existido hasta el momento; es la maceración de diez mil años de atentar contra la vida en todas las formas y maneras. Un sistema por demás sabio, manipulador de todos los miedos, de todas las hambres en todos los tiempos y lugares; capaz de adaptarse a todas las circunstancias, atrayendo para si todo lo que se le manifieste contrario y utilizando sus creatividades hasta convertirlo en pieza indispensable de su propio engranaje.


Un sistema con la virtud de dividirnos en tantas partículas como sea su necesidad, en su nombre o en su contra (es lo mismo) somos gremio, género, color de piel, religión, trabajador, campesino, sexo, partido, individuo; en la ilusión de que somos el todo. En el pensamiento mágico que nos habita, creemos ver solucionados los problemas en la medida en que logramos resolver el nuestro, sin percatarnos que no somos solos, que no es posible nuestra existencia sin el otro.


Todo pensamiento que no supere este accionar de la dialéctica capitalista está destinado a sostener lo existente.


Hablamos de corrupción y honestidad sin saber que ambas acciones son parte de un mismo decir. Como gusanos trabajamos y nos reproducimos en el cadáver desconociendo que al final seremos mariposas.


Todo esfuerzo por arreglar, acomodar, salvar, reformar este sistema, será inútil.


Lo macro construyó un mundo social incontrolable, en donde la mercancía sustituyó los afectos al punto de tornarlos mercancía. La gente mercancía nos compramos y vendimos hasta la sociedad, de allí la molestia, el hastío y el no saber a dónde ir, que más hacer.


El corazón no es una máquina


Ahora estamos detenidos y con más miedo, ignorancia y hambre que los ancestros. Por hambres ancestrales, la ignorancia nos conducirá a comernos la semilla y con ello vendrá lo que tanto se ha temido.


Todos estamos pariendo un mundo, lo distinto, lo que no se puede nombrar, ni calificar, ni señalar, si no cuando ya sea. Todo término como: revolución, cambio, transformación socialismo, será cuestionado por los hechos.

Nada es pacífico o violento, es diferente y señalará sus propios hilos y necesidades; su ética no se corresponderá con nada de lo conocido.


Es cierto que en el pasado la historia del planeta la signó la lucha de clases, siendo su rasgo distintivo la violencia como sistema de cambio, Pero el obliga a rasguñarnos el cerebro, a torcérnoslo porque se requiere pensar, ya no como acumuladores de poder, sino como eliminadores de poder, ya no como constructores del mundo preconcebido, si no como inventores de lo distinto, en donde el corazón no sea una máquina.

























Dejemos de ser la horda


Cada día se requiere de otras emociones consumibles, imposibles de producir. Los centros comerciales son los modernos templos de la religión del consumismo, cada cual compite por tener su propia iglesia mientras las grandes mayorías somos conducidas a las piras del gran holoc

austo comercial que se transporta en las bolsas de valores de la guerra en todo el planeta, sin que nos oigamos, miremos y pensemos desde otra perspectiva como no sea la esperanza de que un líder, gobierno o empresario ladrón nos saque de la tragedia o nos resuelva lo que estrictamente debemos y estamos obligados a resolver nosotros, porque los líderes, los empresarios, los gobiernos; creados y estructurados por el capitalismo son y corresponden a esa cultura dictatorial capitalista. Este tiempo nos pide a gritos que dejemos de ser la horda dirigida por la dictadura productiva y diseñemos una sociedad en donde nos

miremos en el adentro, una sociedad donde nos pensemos y nos produzcamos a conciencia. Mientras esto ocurre la ideología religiosa de la salvación de los pobres y la literatura de autoayuda de la clase media se extiende como verdolaga en playa por todo el planeta, confundiendo en la gran torre de babel televisiva a todos los pobres quienes terminamos creyendo en pajaritos preñaos.


Ahora se nos confunde con la idea de salvar a la tierra, aterrorizándonos desde todas las pantallas, con el cuento de que el planeta se acabará, intentando desviar la atención de donde debemos mantenerla enfocada; que es en el desmontaje del sistema capitalista, si bien no es combatible como contrario, si debe pensarse y trabajarse su desmantelamiento. Olvidémonos de la tierra ella continuará su viaje, con o sin nosotros, preocupémonos por la especie, pensémonos en otra sociedad. Todo lo que somos, será molido por el devenir histórico, y no por deter

minismo o religiosidad sino por consecuencia de un hacer que nos viene desde lejos.
















La claridad de la sabana



No entramos en el ámbito del secreto, cuando planteamos que la cultura capitalista se desliza por el tobogán que la hará cadáver. Sin embargo, a los objetos y a las palabras se le endilga desde su aparato de propaganda o transmisión de ideología, el valor de la esencia, aun cuando cada uno sabe en su íntimo ético la mentira que le hace vacío.


Asumimos que en esencia el ser colectivo no apuesta por el suicidio, por el contrario buscamos partiendo de la profunda autocrítica los mecanismos intelectuales que nos hagan ver la luz y la oscuridad como parte de lo mismo.


Las personas que por diversas razones, en estos veinte años de revolución (que como dice el tango no son nada ante los trescientos años de planificación que ambicionamos) hemos entrado en un proceso reflexivo que nos obliga a requetepreguntarnos nuestro hacer cotidiano, entendemos que esta tarea no es sólo de nosotros, por lo que nos impera comunicarnos con los otros inmediatos que son el cuerpo planetario atravesado de cabo a rabo por la cultura capitalista en su totalidad y por su intermedio.


Al intentar un balance, se nos torna en apariencia intocable, escuela, académico, excelencia, aparato de producción fábrica, profesor, autoridades; autonomía, ética de la razón, ciencia, cultura, arte, (agregar todo lo demás que se considere deba ser cuestionado) y en lo más cercano nosotros y nuestros compañeros de trabajo, familia, porque se nos condenaría al cuarto de los leprosos por decir lo menos; sin embargo es precisamente lo intocable por donde hay que empezar, que se coloque en la claridad de la sabana todos y cada uno de estos conceptos, todas y cada una de estas relaciones, todas y cada una de estas estructuras y con toda seguridad conseguiremos la razón de la palabra hueca e insustancial que le sostiene, permitiendo luego del doloroso llanto que nos produce el cadáver, construir sobre realidades lo que ha de ser vivo y sano en condiciones armónicas.


Abandonemos los hábitos


La democracia es una forma de gobierno de los dueños, nacida en plena sociedad esclavista, en donde el esclavo no era reconocido como gente. Todos los gobiernos capitalistas actuales son dictatoriales son gobiernos que obedecen a los mandatos de los dueños. Es gobierno de los individuos sobre los individuos Es parte de la cultura capitalista.


La cultura socialista debe crear sus propias formas, todo lo que nace trae su propio molde y contenido; el socialismo debe cambiar sus viejos enunciados individualistas y diseñarse en el marco de lo colectivo pero no para su uso sino para su costumbre, pero lo colectivo no es juntar a los individuos para que se coman al planeta, sino la juntura para dejando de ser individuos, produzcamos los otros otras que soñamos como cultura colectiva.


Las herramientas y máquinas de la culturas socialista, no pueden ser como las del capitalismo, no se deben imaginar desechables productoras de plusvalía inmediata.


Sobre los principios socialistas, que para la vieja izquierda son incuestionables, “a cada cual según su necesidad, de cada quien según su capacidad” en el enunciado mismo está la contradicción, el socialismo europeo fue concebido para el individuo, para el hombre, por ninguna parte aparece el colectivo en el lenguaje y eso no es una casualidad porque de acuerdo con los estudiosos y los no, el lenguaje es parte de un entarimado en donde confluye realidad, ser social, pensamiento y expresión por distintas vías o lenguajes, y para el instante histórico en que fue presupuestado el socialismo, su raíz era la misma del capitalismo: el gran cisma eclesiástico o feudal, por tanto todo pensador estaba sustituyendo a dios por el humano y los socialistas utópicos o primarios que en su Mayoría eran curas o príncipes, o nobles venidos a menos, pensaban de esta manera. Lo que no dejaba de ser un pensamiento avanzado para la época, pero para nosotros, cumplidos todos esos preceptos en el capitalismo, nos toca pensar de otra manera, con otro método, que nos produzca otro concepto de sociedad. No temamos dejar los hábitos, el pasado siempre nos dijo que el no era ni será revolucionario, sólo fue un destino circunstancial.




Adobes con Cayapos y Tiuna El Fuerte

Así será de fácil y sabroso hacer una casa de barro que hasta los bichos (y bichas) de Tiuna El Fuerte le entraron al asunto con ganas y alegría, y en un día de labor (no de trabajo, que eso es un crimen capitalista), conversa, sancocho, joropo y Hip Hop, hicieron una buena cantidad de bloques que han de formar parte de una casa en construcción.
Jugar con barro es sano, divertido, nos acerca a la niñez. Pero también es una forma de ir rompiendo con la maldición del cemento, ese elemento propio del monstruo que son las ciudades hechas por y para el capitalismo. Con esas ideas entre ceja y ceja nos fajamos a hacer adobes, luego a adelantar discusión y tareas rumbo al Primer Encuentro Mundial de Ignorares, y después a conseguirle lo más noble a la borrachera: el proceso natural que llevó a par de chamos a crear en vivo y sin libreto la canción (un son loco, mezcla de zumba que zumba con clave de Hip Hop). Algo tenía que salir de la trabajadera juntos de El Cayapo y Tiuna El Fuerte. Dice el estribillo:

Abriendo brechas
y echando machete
aquí está El Cayapo y Tiuna El Fuerte:
¡Pa que respeten!

Ahí vamos:

Temprano, tipo 6 am, preparando la tierra, la paja y el sancocho, y jodiendo:


Pisando barro y jodiendo:


Utilizando los moldes para los adobes, y jodiendo:


Llenando una carretilla con barro, y jodiendo:


Usando el molde, grabando, echando fotos y jodiendo:


Free Style con cuatro, mandolina, tobo, botella y maracas:


Hip Hop con cuatro y mandolina:




La hora de la conversa, en serio y jodiendo:







































viernes, 5 de marzo de 2010

CON LOS POBRES DE LA TIERRA*

IGNACIO TAPIA

Dicen que el mes de febrero
por ser mes de solazón
es propicia la ocasión
pa formar un candelero
en esto hay algo certero
pal que a esta razón se aferra
y es que febrero encierra
un historial libertario
que se ha ido dibujando
con los pobres de la tierra.


Veintisiete y ventiocho
del mes que tamos contando
son dos días precisando
que parecieran morochos
el uno fue igual que el otro
carnaval de amor y guerra
pero a ¿quién la noche aterra?
si en la oscurana del día
inventamos la alegría
con los pobres de la tierra.


Pero ya dentrando marzo
vestido de plomo y fuego
garrote en mano de ciego
bala entre pecho descalzo
más ¿cómo se vuelve marzo?
el que altanero se emperra
ni en el llano ni en la sierra
existe quien lo doblegue
no hay boche que no se pegue
con los pobres de la tierra.


Desde el año 89
pasaron ventiuna fecha
es tiempo que como flecha
a la memoria conmueve
hoy hay un pueblo que mueve
su historia como una estrella
sin conocer llave que encierra
su anhelo su dulce empeño
ser libre y no pedigüeño
con los pobres de la tierra.



*Verso de José Martí

Balbuceos de Ignorares


La única minoría


La única minoría de este mundo son los ricos, porque negros ricos son poquitos, indígenas igual, homosexuales ni se diga, putas lo mismo, mujeres casi nada, blancos mátese por su propia vista, obreros ninguno, campesino pobre jamás.

Pero ¿Por qué será que se defiende tanto a estos gremios?, ¿Quién quiere seguir viviendo de quién?, ¿Por qué no nos dejamos de guevonadas o de ser los malditos gremios y nos unimos como los pobres que somos, para acabar de una vez con el capitalismo o es que es de pinga ser explotado?


Los bodegueros tienen diez mil años siendo ladrones


Los bodegueros tienen diez mil años siendo ladrones, eso se dice en toda la literatura, y estos tenderos o comerciantes, siempre son contra el cambio, sean de EXITO, Cada, Sambil, o La Taguara de Humberto, los señores son ladrones que roban a muchos, lo hacen a conciencia, es el crimen planficado, roban de mil forma: aumentando los precios, acaparando, vendiendo lo podrido, acondicionando el peso para robarse gramos a granel en granos y lo que no es grano, no les importa quien se muere o no de hambre, lo suyo es obtener la sobreganancia y lo justifican con el manido argumento de que dan trabajo a la gente, que prestan un servicio. La única ética que conocen es la del robar, cuando están con su almohada, sus sentimientos se refieren al robar, sus sueños son colocarnos a todos en una inmensa _la y robarnos todo lo que carguemos sin que nosotros le reclamemos nada, y al final desean escuchar un grandísimo aplauso, aprobatorio de su conducta.


¿Quién cierra nuestros miedos, nuestras hambres y nuestras ignorancias?


Todos pedimos que cierren a Globovisión pero nadie se preocupa por cerrar el miedo ancestral a cambiar, por cerrar el deseo compulsivo de consumir infinitamente, tratando de satisfacer un hambre inexistente, por cerrar la ignorancia desmedida de millones de personas que somos influenciadas por cualquier medio de información con las ideas de sus amos, empresarios o patrones.


Control dictatorial


En el capitalismo la representatividad política es un reflejo del control dictatorial que ejerce una clase sobre los medios de producción, Por tanto todas las actividades que desarrollen los colectivos como las individualidades estarán supeditadas a estas condicionante, sean éstas del signo que sean, la excepción sólo justificará ésta regla.


¿Cómo jugarán en el socialismo?


El socialismo no puede ser ganarle diez a cero y sin out en el primer inning a los asiáticos, ¿Cuántos frustrados más debemos tener en el deporte, para ser los primeros en el planeta?, ¿Cuántos muertos de hambres y drogadictos se requieren para mantener el sistema de orquestas sinfónicas que alimentan la vanidad de los idiotas?, ¿Cuántos indigentes traga tragedias, se necesitan para mantener los salones de artes donde se regodean los ignorantes que compran por metro cuadrado las pinturas técnicamente bien logradas?, ¿Cuántos niños cadáveres del hambre se requieren para premiar el negocio de las editoriales en nombre de la poesía?


¿Y si lo mejor es sembrarse?


27 28 Febrero 1989, 4 febrero 1992, 13 de abril 2002, En todas estas claves la constante es una aparente desorganización, un sin sentido en los planes, un negarse a la organización tradicional, pero los resultados siempre son favorables, es tiempo tal vez de buscarse en esas claves, porque las teorías anteriores a este hecho no explican lo que ocurre, la clase media instruida paga y busca en la intelectualidad foránea las respuestas que solamente podemos dar nosotros como colectivo, para eso debemos cambiar la concepción de lo que es una revolución, quién la dirige, cómo se desarrolla, hacia dónde marcha, nos marcha, marchamos; si es que eso ocurre, porque puede estar ocurriendo que no vamos a ninguna parte, sino que es necesario quedarse, sembrarse, echar raíz.



Feliz pre-bicentenario





Si a usted le dicen que oficialmente se celebra una efeméride y no sospecha, usted se jodió. Si le dicen que se cumplen doscientos años de lucha contra la explotación, el coloniaje y por la independencia, no vio pa los lados, compró el paquete, y nuevamente se olvida de que esa jodienda es estructural, usted se debe a ella. Salga de su casa, póngase el casé y celebre. Pero si usted como pobre medio piensa, y trata de preguntarse qué coño hacían sus abuelos y los abuelos de ellos durante los gloriosos episodios de traspaso de un propietario español a uno criollo del país en el que pusieron a trabajar al pelabola extraoficialmente encargado de transformar la historia, de pelear en su guerra, de compartir las convicciones de los grandes cacaos tarde o temprano sin considerar que desde mucho antes de eso ya era patá, mordisco y kunfú resistiendo al exterminio blanco contra el que sus abuelas tenían que echarle un cerro para no caer, o caían; en fin, si usted cree que el cuento del bicentenario es con usted porque sí, sin anestesia, sin vaselina, sin sospechar un mínimo indispensable, cierre el periódico, apague la pistola y constate a ver si sus tatarabuelos estaban en la foto del 19 de abril de 1810, o, manquesea, en el retrato de familia que Lovera o Michelena sacaron pal 5 de julio de 1811, y si ahí ve a su negro, pardo o indígena tatarabuelo (porque la abuela ni de vaina) incorporado a ese sagrado episodio de la memoria nacional, si ahí sí los ve, avise donde y notifique a esta redacción qué consume y comparta.


Pero, si por el contrario, usted sabe bien que sus tatarabuelos no van a estar en la fotico de familia, que se olvidan de usted en la celebración de una vaina que costó la vida de millones como usted, mientras que señorones, empingorotadas, ultra-académicos, neogodos, fascistas actualizados y demás metáforas de la explotación que hasta el día de hoy lo tienen contra las cuerdas, que además se distribuyen en izquierda o derecha, que no son más que eso, una “izquierda” y una “derecha” con cuatro pendejos (o pendejas por aquella mamagüevada de la equidad de género) y pueblo que jode de por medio que poco le importa las izquierdizadas discusiones que lo llevan pal mismo barranco que la derecha –y que además bien sabemos que si el pobre va de culo no hay barranco que lo detenga-, usted, en certero lance de ignorares, habrá dado con ese algo que complica la mente y lo pone a sospechar de esos mensajes, porque algo hediondo llevan en la entraña; usted se dará cuenta no sólo de que lo están dejando por fuera, otra vez, de unas celebraciones que realzarán los grandes logros de esta nuestra sociedad al borde del atolladero. Y si además de todo esto sopesa las vainas y se da cuenta de que son más de quinientos años del mismo peo, y que son más de quinientos años aguantando esa pela, ¿qué vaina sería esa del bicentenario entonces? Bueno, está bien, entendámonos, sus antepasados participaron, pues hágase un favor a usted y a su identidad y expropie su bicentenario, que por histórico legítimo derecho le corresponde sin preguntar mucho. Procure apartar el pajonal escolarizado de antes, haga un esfuerzo por quitar la maleza del espíritu de ese momento, y reconozca que fue usted el que lo hizo. Y sí, usted hizo que los más grandes de esos señores cambiaran de mentalidad y asumieran el pedazo de pueblo que les corresponde, con todos los demás.


Si todavía sigue leyendo, celebre su pre-bicentenario, que es todos los días. O achántese un poquito y espere a la de 1814, conmemorando la rebelión campesina capitaneada por el taita Boves, al pueblo de fondo de esa misma realidad que (además) fue la fuerza decisiva en el campo de batalla, y haga fiesta con un bicentenario original, sin fotocopia. Revise esa lectura y reconozca que no sólo viene de antes, sino que llega hasta ahora. Así es cuando la ola llega cerca de la orilla más de lo calculado.


Luego, le cambia el enfoque al lente, y se da cuenta de que está un lunes 27 de febrero de 1989, cuando había que jode foto, cámaras de video, equipos de grabación en general, y usted puede ir a comprobarlo: 27 de febrero, 4 de febrero, 13 de abril, ¿no ve ahí a su tío, a su papá, a sus hermanas, a los abuelos? ¿no ve los mismos rostros que no encontró en la foto de 1811? ¿No se ve clarito ahí en esas fotos siendo justamente el motor de una historia común, colectivizada, mejorando en salud a los coñazos? ¿No fue usted, o sus abuelos –una y la misma vaina- los que le torcieron el cuello al relato del pueblo de este país? ¿Vio que usted también ha sido dueño o dueña de su historia?


Diego Sequera


jueves, 4 de marzo de 2010

Zumbando Puntas

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GINO

GONZÁLEZ


I

Yo no ando compitiendo

Ni soy mejor que ninguno

Tampoco del millonario

Su riqueza le procuro

Pero no se la respeto

Porque de algo estoy seguro

Por esas desigualdades

Es que hay pobreza en el mundo.

Por más que trato no puedo

Desenrollar ese nudo

De que necesiten más

Los que tuvieron estudio

Que otros no puedan sembrar

Y el rico en su latifundio

Será que tienen mil bocas

O cagan puen encima el culo.

Da tristeza y arrechera

Cuando miras el embudo

Y el lado más angosto

Encuentras al padre tuyo

Diciendo: “no sea guevón

Al que tenga yo le adulo

Porque así lo quiso Dios

Yo no pude y él si pudo.


II

Voy hablar de la basura

Para sumbar otra punta

Yo ya me tienen cansao

De que me echen la culpa

Vamos a pelar el ojo

Pa ve quien es él que ensucia

Yo no produzco basura

Quien la produce es la industria.

Muy difícil compatriota

Que las ciudades sean pulcras

Na más en una semana

Si la basura no buscan

Nunca alcanzan los camiones

Las calles se catapultan

Que paren la producción

O recoja quien produzca.

Si en la calle hay bolsas plásticas

Yo no sé porque me insultan

Si pande vaya esa bolsa

La misma vaina resulta

Artefactos sin respuesto

En cantidades que asustan

Basura el capitalismo

Que a este planeta sepulta.


III

Del lenguaje hay otra cosa

Que de verdad me molesta

De que si uno dice coño

A la gente la irrespeta

Pero una propaganda

El estado si la acepta

Donde unos niños se jartan

Un frasco de mayonesa.

El Ministerio e Cultura

Le gira un puño e peseta

Para la música clásica

Que esa no nos representa

Porque los cantos del pueblo

A esos bichos les apesta

Música que no se baile

A mi me causa sospecha.

Hay algunos cantadores

Disque que cantan protesta

Insultan Alí Primera

Con unas consignas huecas

Sólo pa publicidad

Es que usan la cabeza

Y el meollo del problema

Lo dejan bajo e la mesa.


IV

De lo que le hablaba antes

Hay otros oportunistas

Una cuerda de bandidos

Que se llaman folcloristas

Vamos a darle con todo

Pa acabar con la injusticia

Para que después florezca

Una cultura bonita.

Hay quienes creen que progreso

Es construir autopistas

Y que porque no hay comida

El monte se sacrifica

Los pájaros y conejos

Victimas de la avaricia

Que no nos llame el futuro

La generación maldita.

La tierra deforestá

Aquí se pierde de vista

Nada más con expropiar

Esas grandísimas fincas

le aportarían al país

Más de lo que necesita

Si todo un pueblo en cayapa

Le echa bola y planifica.

Lo de “propiedad privada”

Eso es de las clases ricas

Pero no falta un pendejo

Que llega y la justifica

Aquí hay que tené bien claro

Qué es lo que nos perjudica

Somos revolucionarios

O somos capitalistas






La energía es un problema de clases ¿Quién es el ladrón?


Datos recientes suministrados por el novísimo Ministerio Popular para la Energía Eléctrica sobre la distribución del consumo del servicio eléctrico en la zona metropolitana de Caracas revelan: que el 45% se lo llevan las empresas privadas, 25% las zonas residenciales de sectores medios y ricos, 17% el sector público y sólo el 12% las zonas residenciales populares, aunque en el interior del país la tasa popular es menor. Tenemos entonces que el 70% del consumo es realizado por las empresas privadas y los sectores pudientes de la población. La diferencia de la energía eléctrica despachada y la facturada la cual alcanza más o menos 30% dependiendo de la región y descontada de allí las pérdidas técnicas que no superan el 10%, por lo tanto podemos afirmar que los sectores populares no son los causantes principales del robo de electricidad como siempre se ha dicho. El grueso de las pérdidas (Robo) puede ser atribuidas al sector comercial e industrial privado, además del residencial pudiente, que en complicidad con funcionarios corruptos de las oficinas que comercializan el vital flujo energético han trucado sus medidores, también falseado sus datos para el cálculo de carga de sus empresas y así obtener tarifas preferenciales y otras muchas maneras de cometer el llamado fraude eléctrico o consumo clandestino. Si además del fraude eléctrico tomamos en consideración el subsidio recibido a través del precio de los combustibles para los que tienen sus propias plantas de generación, para sus vehículos de carga e individuales, podemos concluir que la energía en Venezuela sirve en demasía a los sectores que se oponen a la transformación del país en la búsqueda de una sociedad justa y apartada de la lógica del capital.

La distribución de la energía eléctrica es un problema de clases, si no transformamos la cultura energética capitalista instalada en nuestro país, todas las inversiones públicas que se están haciendo en el sector terminarán favoreciendo inexorablemente a la burguesía parasitaria venezolana y extranjera.


F. David Arráez Y.

Y Talquepinquepan y Zas


Hemos (desde el más plural de los sentimientos) sido inconsecuentes con los tiempos de cambio. La demanda de una nueva idea de revolución de pensarnos distintos, de visualizarnos distintos no ha sido saldada, esto imposibilita la conformación de verdaderas referencias de autogobierno, autogestión, independencia, autonomía, al punto que estos postulados no rebasan los linderos de lo posible y los tecnócratas y demás burócratas y negadores de sueños aprovechan para llamar a la cordura y a darle forma viable (por que para ellos el fin justifica los medios) a esta “revolución” a la que deberíamos empezar a ponerle comillas.



El más innecesario y ultrajante intento de minimización de lo que pudiera llamarse movimiento popular se está llevando a cabo desde las altas esferas del gobierno bolivariano; al convocar a un partido de masas (psuv). Nos preguntamos, ¿Qué son las masas? y al tiro me imagino un poco e pendejos tarareando una canción de Guns and Roses en el poliedro o lo mismo que un mitin multitudinario de nuestro presidente en el que la gente se rasca y se venden muñequitos del comandante y al final es Mendoza quien capitaliza la vaina vendiendo sus polarcitas. Y yo sin ser una vaina especial me considero distinto y pese a respirar el mismo aire, caminar la misma acera, utilizar el mismo metro, cagar igual de hediondo, depender del mismo sistema de consumo y tener las mismas necesidades me sé distinto; ¿Cómo encajar en esta propuesta homogeneizante; castradora de la pluralidad?



Sencillamente no hay espacio para planteamientos de nueva índole, estamos ante la conformación de una iglesia laica; una suerte de neostalinismo tropical donde se empieza a solidificar un sistema de cuadros; donde no necesariamente se pasean revolucionarios integrales, sino los hijos de algún guerrillero o de cantantes o de los, politiqueros de turno; y talquepinquepan y sas tenemos la juventud socialista de Venezuela la JPSUV. Ahí se discuten líneas planteadas desde los más altos estamentos del buró del partido, la crítica se deja de lado por ser “contrarrevolucionaria” y así se forjan en la más asquerosa demagogia los políticos del futuro; y los guevones de a pie no tenemos voz ni voto en esa verga ¡qué arrecho!, pero al final la historia se escribe con nuestra sangre y al perder la esperanza renace el sueño. Priorizo el sueño porque radica en el inconciente colectivo porque en el siempre hay lugar para la renovación y la convocatoria es a romper con el adormecimiento con la pasividad con la apatía.



¿Entonces cómo se hace revolución dentro de la sociedad de consumo? Senda interrogante dígalo; y los tecnócratas y asesores o ascensores (arribistas) de qué servirían en una sociedad politizada altamente esclarecida en la discusión dispuesta a construir un mundo nuevo? No existirían, dejarían de hacer lo que hacen o serían aplastados por la furia implacable y despiadada del pueblo; es esa furia y ese sentir el que invoco; la historia nos ha demostrado que el Estado es ineficiente por naturaleza que su carga inherente lo hace incapaz de pasar por encima de la parálisis burocrática secular y que su naturaleza es elitista y hegemónica: ¿y los juntos los iguales los de a pie que debemos hacer?



“Perdamos todas las esperanzas, estamos todos en el infierno” a esta cita de la “divina comedia” yo le agregaría: El cielo está aún por ser construido; yo, tú, ella, él, Raquel y todo aquel somos sus albañiles.



Hacia el primer encuentro mundial de los ignorares

José Manuel Armas

miércoles, 3 de marzo de 2010

Nosotros somos los mismos, nosotros somos aquellos.

De 1814 pasando por el 27 F y 4 F, al 13 de abril de 2002...

Se están cumpliendo 21 años de un hecho, que hasta la fecha sigue siendo clandestino para las mayorías, en un país de gente muy joven y donde todos los aparatos de alienación funcionan coordinadamente para hacernos un pueblo de memoria muy corta.



Usted no conseguirá nada de lo que ocurrió un 27 de febrero de 1989 en ningún libro de texto escolar, que se refiera al hecho como lo que fue: una rebelión popular. Escuchará siempre hablar de hordas enardecidas que salieron a saquear, vándalos y delincuentes. En otros casos podrá leer que fueron las masas desorganizadas que salieron a las calles a protestar contra el gobierno del recién elegido presidente. Nadie admite lo que realmente pasó, cada quien según su óptica cada quien según su interés.



Hace más de 500 años que nosotros como clase no existimos para la historia, de vez en cuando aparecemos como anécdotas, como los extras de la película, como los utilitis, como los nadie, sólo existen los que reúnen las características físicas del clase media o el riquito de siempre aceptadas que tienen un nivel económico mínimo aceptable, para pagar por su fotografía en los legendarios libros de la historia oficial.



Toda la historia que conocemos, está conformada por héroes blancos (salvo excepciones de gente que murió fusilada), muy lindos y valientes, tipos extremadamente educados, de buen hablar, de buen comer y de buen vestir, de modales excelsos, de familias decentes, que al morir siempre dicen frases celebres. Todo lo que no reúne estos requisitos, sencillamente no aparece, porque debemos recordar que la historia la escribe quien gana las guerras, yo diría más bien que la historia la escribe quien se adjudica la victoria, porque siempre las hemos ganado nosotros, sólo que otros se las apropian.



El 27 de febrero no existe para la historia oficial como lo que es, porque no se le puede adjudicar el liderazgo de lo ocurrido a ningún blanco aristocrático y lindo personaje (ni de la izquierda venezolana, y mucho menos de derecha) y no estaba ninguno porque ninguno se encontraba afectado por el sistema económico que nos estaba jodiendo a todos los que no salimos en la foto de familia. Se encontraban demasiado cómodos en este sistema que les rendía y les rinde permanentemente grandes dividendos, y por tanto sus intereses de clase de ninguna manera tenían conexión con los que ese día salieron a las calles y a la fecha no han regresado.



El 27 de febrero de 1989, fue el despertar nuevamente de un pueblo que había sido acallado a coñazo y plomo limpio, la cadena de hechos sin aparente coordinación que se desatan en Guarenas esa mañana, fueron el grito de basta ya de una clase oprimida, explotada, humillada hasta más no poder por un sistema que los robaba día tras día y que pretendía a través de medidas aún mas brutales quitarles más. Ese día no tiene héroes ni lideres individuales, porque es de las pocas veces que este pueblo a lo largo de su historia se identificó como clase y no se movilizó como gremio.





Hay datos interesantísimos de esos días, como por ejemplo, salvo uno que otro chino, portugués, árabe o bodeguero venezolano, que salieron a tirarle plomo a la gente para proteger su propiedad, no fue contra la gente que se atentó, se atentó contra la propiedad, no hay una sola casa del este de la ciudad de Caracas o del Norte de Valencia, quemada, no hubo empalamiento de ricos, o ajusticiamiento de jueces, de políticos, no se atentó de forma directa contra la gente se atacó la base del sistema, se le fue a su yugular, conciente o inconcientemente se atacó la propiedad masivamente. ¿Cómo era esto posible, cómo un pueblo explotado, inculto, pobre en varias escalas, podía no atentar contra los dueños, contra los explotadores? Sin embargo en menos de dos días gran parte de Caracas se encontraba en llamas y el botín de la batalla quedaba resguardado en los inexpugnables barrios y cerros a los cuales los dueños les temían y les siguen temiendo. Ese día hubo sancochos carne asada, se dio la parranda, otro dato que pretenden criminalizar cuando nos dicen que los venezolanos somos parranderos y flojos. Arriba en el barrio ardía la brasa donde se iba a tirar el pedazo de carne confiscado a los ricos y abajo ardían sus carnicerías y centros comerciales.



La afrenta no podía quedar así, esos malditos no podían ganarle una al sistema, esos hechos debían ser vengados y la sociedad civil por tanto exigió sangre para lavar sus pérdidas materiales.



La más brutal represión conocida se expandió por todo el país y como el himno burgués que tenemos, todo se hizo primero en Caracas ya después los demás seguirían el ejemplo. Para la historia oficial de esos días de lo que más se habla es de la represión, trampa mediática que sólo sirve para ocultar lo que ocurrió antes de su llegada. Para el sistema existen medidas excepcionales que deben ser aplicadas para sostenerse, han sido puestas en práctica y han funcionado, el infundir terror es una de esas medidas por cierto muy efectiva. Se pensó que el pueblo venezolano se agazaparía por bastantes años, pero de nuevo irreverente y subversivo la respuesta ahora se da dentro de las mismas fuerzas armadas, mientras existen pueblos que llevan 30 años escondidos después de las masacres, aquí no pasaron ni tres años, qué pueblo tan extraño somos.



Los intelectuales, políticos y académicos, de toda ralea han intentado darle algún tipo de explicación a eso que siente la gente por Chávez, dicen que porque asumió la responsabilidad y aquí nadie se hacía responsable por nada, porque dijo “por ahora”, porque era un tipo con las bolas puestas. Sin embargo hace algunos días cuando se conmemoraban los 18 años del 4 de febrero, viendo el mil veces visto video del por ahora algo me llamó profundamente la atención. El único negro en la imagen era él, el único cara de indio en la imagen era él, el único parecido a mi era él. Otra vez Boves, otra vez el 27 de febrero, otra vez nosotros.