“La historia no es un corazón que se detiene
porque esta hecha de infinitos latidos”
El capitalismo no es un hecho ideológico, mágico o etéreo, el
capitalismo es un hecho material, practico, palpable, respirable,
saboreable, comible, amable, dormible. El capitalismo es una cultura tan
arraigada que ni siquiera se nombra así mismo porque lo es todo, es el
universo es el alfa y el omega, es nuestra sociedad.
En la oposición los seguidores y lideres conscientes o no, que están sin
cortapisas en contra de cualquier cambio, no lo hacen por brutos,
estúpidos, ignorantes, o tercos, lo hacen porque se saben pertenecientes
a una cultura, aún cuando para muchos sea de forma instintiva, saben
que le pertenecen y a ellos les pertenece el capitalismo. Cuando se
atenta entonces contra una cultura, aún cuando no sea mas que con la
palabra, es lógico que los dolientes de la misma salgan defenderla de
forma racional o irracional ese punto es irrelevante. Atentar contra el
capitalismo es atentar contra la vida misma de ellos y de nosotros,
porque también existimos los nosotros.
Nosotros, apoyamos este proceso porque el instinto nos obliga hacerlo, y
no es un peo intelectualoide, es más bien el instinto de sobre vivencia
el que se activa en muchos cuando pareciera ser el fin de nuestra
especie lo decretado por la cultura capitalista. Y es por eso el millón
de contradicciones que nos habitan y vomitamos todos los días, al no ser
un hecho consciente el porque apoyamos este proceso, el porque lo
empujamos hacia adelante, hacemos la danza del difunto y caminamos un
paso hacia adelante y dos hacia atrás, el miedo se apodera de nosotros
porque lo desconocido nos asusta ancestralmente y no es nada fácil
caminar hacia la otra sociedad distinta al capitalismo, que es lo que
conocemos desde hace generaciones.
Partir de nuestras miserias para construir otra sociedad distinta a
nosotros, es el único punto de salida viable para avanzar, seguir
desdeñando el capitalismo como algo maléfico, como sino nosotros
fuéramos inocentes, como si eso de ser capitalista es derecho único de
la oposición, es absurdo. En principio debemos admitir que el
capitalismo nos habita y nosotros lo habitamos a él, por eso no extraña
que por ejemplo aprobemos una ley que justifica que el hogar es una
mercancía, cuando le permite a otros vivir de la miseria del que no
tiene casa cuando el primero tiene 100 apartamentos.
El capitalismo es popular porque es un hecho humano, profundamente
humanista, pensado, diseñado, difundido y practicado solo por los
humanos, no es malo ni bueno, no es un fenómeno religioso ni lo mando el
demonio para maldecirnos, el capitalismo, nació como una idea que
partía de la satisfacción de las necesidades humanas a partir de la
producción y acumulación de riquezas, se volvió masivo, creo su propia
dinámica para y su teoría expandirse, hasta llegar al punto en el que
nos encontramos hoy donde, a falta de territorios y mentes por dominar,
se vuelve una tara para si mismo y para todos nosotros sus fieles
devotos. Junto con él se abortaron otras ideas, como lo fue el
comunismo, el socialismo, el anarquismo, la única diferencia entre el
primero y estas ultimas es que solo cuajo el capitalismo, las demás
quedaron etéreas al punto que no existe evidencia alguna de que alguna
vez se aplicaran, tan es así que un capitalista, un comunista, un
socialista y un anarquista, defienden la libertad, la democracia, la
igualdad, la fraternidad, todos estos, principios bases de la REVOLUCION
burguesa.
Si, somos capitalista, nunca seremos otra cosa, tendríamos que morir y
volver a nacer y eso es imposible. Partir de nuestra miseria hace que
veamos el todo con una mayor claridad, el no hacerlo nos hace parecer
estúpidos y arrogantes ante la realidad aplastante que no los enrostra
todos los días.
Leer, ver y oír a personas, burlarse de la frase “capitalismo popular”
indigna, porque pareciera que quien hace el chiste, cree que existen los
que son socialistas y los que no, cuando la única realidad demostrable
es que no existe un solo ser humano que culturalmente no sea
capitalista.
El capitalismo es popular, no hay nada en este mundo que supere la
popularidad del capitalismo, no hay un mar que no contenga un mancha de
aceite, no hay un cielo que no haya sido violado por un avión, no hay un
bosque que no contenga una lata o envase de plástico, no existe una
sola persona que no añore ser rico, no hay un solo rió que no tenga en
su lecho una chapa de botella, no hay espacio que no tenga un satélite,
no hay un solo amor que no hipotecara su felicidad a un billete de la
lotería de la vida.
No hay un solo pobre en este mundo que no añore la libertad de su amo,
no existe un solo venezolano que no quiera su casa bien equipada, con su
venirauto estacionado en el porche, todos sus hijos con laptos canaimas
e Internet banda ancha y cada miembro del grupo familiar con su
vergatario. El capitalismo es parte de nuestra masa encefálica, de
nuestro plasma sanguíneo, es una molécula adherida al OXIGENO que
respiramos.
La popularidad del capitalismo reside en su omnipresencia, incluso es
cada vez más popular cuando en forma de chiste un intelectual se
pregunta “¿qué es eso de capitalismo popular? que alguien me lo
responda”, el éxito de su popularidad reside en que no se sepa que es
dios.
El capitalismo es tan popular que no existe una lagrima derramada por la
humanidad, luego de la tragedia de Libia, donde un pueblo entero ha
sido masacrado por las grandes potencias del mundo para sostener el
estilo de vida de unos pocos y la esperanza del sueño americano, vendida
para las mayorías con todo y su macdonal su miquimaus y su jolibud.
La popularidad del capitalismo es tal, que el fallo de un pozo petrolero
gigante, ubicado en el Golfo de México produjo una gran tragedia
ecológica al verter al mar, millones de barriles de petróleo, pero
mientras mi carro tenga combustible en el tanque no me importa que el
océano se vuelva el más grande pozo de brea de este planeta.
El capitalismo se ha popularizado a tal punto que un pueblo entero en
HAITI muere de hambre cólera y sida, todo esto inoculado por el imperio
más poderoso de la historia y simplemente nuestra sensibilidad cambio de
canal para no ver ese programa de mal gusto.
El océano pacifico que baña las playas del Japón, hoy se encuentra
contaminado de una radiactividad irreversible, es el resultado de la
instalación de la mayor cantidad de plantas nucleares percapita, en un
país que se encuentra afectado por el mayor numero de movimientos
telúricos en el mundo ya que esta ubicado en el conocido cinturón de
fuego del pacifico. Godzila ya no solo será una alocada producción de
jolibud. Todo esto para que sigamos soñando con la Toyota estacionada al
frente de la casa y el pleiesteichon junto con el televisor sony
pantalla plana de 52” pulgadas encendido de sol a sol, para mantenernos
drogado con la supuesta satisfacción de las necesidades creadas.
Ayer la popularidad del capitalismo se hizo practica una vez más en
Venezuela, con el anuncio de la entrega en el corto plazo de millones de
laptos, para los muchachos de bachillerato, la felicidad por lo
material olvida la muerte de miles de niños en África que nunca verán
una computadora, pero son parte fundamental de su producción, al ser
ellos quienes con su trabajo esclavo extraen el coltan que es necesario
para crear los superconductores eléctricos que hacen posible la era de
la telemática.
Tan popular es el capitalismo que disfrutamos de la industria deportiva
en la creencia de que esa actividad es salud y demostración del
desarrollo de los pueblos, obviando intencionalmente que el deporte
mundial se sostiene en base al trabajo esclavo de millones de niños que
hacen los implementos necesarios para la practica de los mismo, y que
para que usted disfrute de un clásico de fútbol español O DE UNOS JUEGOS
OLIMPICOS O PANAMERICABNOS es necesario un IRAQ, un AFGANISTAN y unas
cuantas LIBIAS.
El capitalismo se ubica al tope del hitparei, cuando nuestros discursos
giran entorno a la satisfacción de necesidades, en el crecimiento
económico, en la instalación de diez plantas ensambladoras de vehículos,
cuando queremos hacer una autopista en una reserva ecológica en
Bolivia, y cuando los planes giran en que seamos 100 millones de
habitantes solo en Venezuela para el año 2050.
El capitalismo es absolutamente popular, en Europa y EE.UU millones
salen a la calle a reclamar los beneficios perdidos o los prometidos que
nunca llegaron, aun cuando en principio es reaccionaria la protesta por
ser reivindicativa de la satisfacción de necesidades dentro del
capitalismo, no deja de ser un acto revolucionario el que millones
despierten y que tarde o temprano se percaten que es imposible en el
marco de este sistema resolver el demencial concepto de la satisfacción,
ya que los recursos finitos con los que contamos no alcanzan ni
siquiera para la cuarta parte de los 7mil millones habitante que hoy
somos.
Debemos comprender que lo que verdaderamente no es popular, es la otra
sociedad, se llame socialista o cachicamo azul, ya que no existe, es
etérea, es ideológica, no es material, es mágica, no es practica, ni
palpable, no lo puedes saborear ni respirar, no es amable, no ha sido
soñadapensada aun por nadie, a no ser como un apéndice del capitalismo.
Interesante fuera que cada uno de nosotros nos preguntáramos a
conciencia, liberándonos de ese lastre ideológico que nos aprisiona
¿que es eso de socialismo? Y nos juntáramos en esta dolorosa pero no
menos hermosa experiencia de saber que somos IGNORARES de la sociedad
por construir, lo que nos brinda una espectacular oportunidad de
soñarlapensarla, todo debe ser tomado en cuenta y nada debe ser dejado
al azar, desde el modelo de producción hasta la casa de la otra
sociedad, ¿cual sera la energía que sustentara esa otra sociedad?, la
salud vista como algo fundamental y no como mercancía, donde no sea el
mismo modelo el que nos enferma para curarnos y mantenernos en ese
circulo vicioso hasta el día de nuestra muerte, ¿existirá o no la
familia?, ¿como sera si existe?, ¿existirán las escuelas en esa otra
sociedad? ¿como nos alimentaremos? ¿existirán ciudades?, son tantas
cosas, que hay quien dice, que hay es que parir la otra sociedad,
dejando colar que no basta pensarla y aún cuando no carece de razón su
planteamiento, son tantos los factores a tomar en cuenta que solo el
trabajo de pensarla ya nos llevara generaciones, es tiempo entonce de
poner pie en tierra y echar andar, pensando haciendo y haciendo
pensando.