miércoles, 3 de marzo de 2010

Vicente el nario


Aquello del dolor sincero compartido se acabó, con eso del bicentenario. Soy la sombra de una pena que no es mía sino impuesta; traspapeleo el rugir de mis abuelos humildes, nunca mansos ni castos: ¿Sino como seríamos tantos pa pelear sabroso y llorar con dignidad sin funerarias ni curas culperos?


Soy tú y yo con el 38, y perdone señor atracador cuellipálido, porque creo que usted es atracador en una zona que no es el corazón ni el baso mal lavado, ni en la izquierda ni en la zurda ni en las partes, sino en el vacío que tu-usted, cree poder acribillar tarde o temprano sin saber de amaneceres acompañados.


Me vengo a destiempo pacintear lo más horrible de las coleadas: aquel día de febrero, aquel deshicente abril de un cólera: me das amo pa todo y no puedo… pero quiero pa mi y el cuero no me deja; ¿Tienes respuesta pa esto? Tu, tu mal hilo de puya ¿Hilo de sangre?¿Cómo pretendes ser carreto? Si hasta la aguja y el elefante te dejaron solo sin la propaganda del buen coser…


Propongo un día de dormir sin pastilla, con dolor natural, que nuestros viejos nunca disimularán.


Propongo un corre mas claro sin centenario sin parche pero con Vicente el nario de Luis, María, José y Jeison (porque desde hace rato los Jeison Ramírez existen sin dejar de ser maracuchos, colombianos y cualquier espejo diex)…


Propongo una tregua en el andar, sin correr sin taima, con palo espinozo, mal parido del injerto.


Propongo balas distintas no laaaaaaaargas ni ocultas, porque el pistolear, el disparo viejo, me da pena sin espera… porque ya lo conozco….


Por cierto, lo del 38 es un mero número, no cabalístico, ni de Caracas o Táchira, que ojala te dignes no sólo de leer, sino de compartir y por favor reírte muy pero muy, muy seriamente de él.




Contusbalas Mereio.

Poeta brasileño del bloque 38

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