Este cuento se escribió en el año 2001, teníamos 12 años menos pero ya estábamos igual de dañaos que hoy, transcurrían los días de la toma del salón de sesiones de la UCV, donde nacería el tristemente celebre M28 y todos hablaban del nacimiento de una UNIVERSIDAD REVOLUCIONARIA, 12 años después sabemos que es mentira 12 años después sigue vigente este cuento.
Dedicado a LOS NALGAS ROSADAS y LOS CAHETES ROJOS ROJITOS
defensores por igual de ese muerto que llaman UNIVERSIDAD
Cuando desperté, por alguna razón algo
me decía que de seguro hoy en algún momento del día iba a ocurrir
un hecho interesante. Por lo tanto el despertar, fue emocionante, me
ordene el cabello con las manos, me saque las lagañas y procedí a
colocar los pies en el piso, generalmente cuando hago esto viene pero
porque si una mentada de madre por lo frió del piso, pero muy por el
contrario, hoy no fue así, la cerámica estaba tibia, a una
temperatura aceptable para el cuerpo y que este asumía con mucho
agrado.
Me dirigí al baño, me vi en el espejo
y esta vez no observe lo mismo, hoy estaba parado un tipo enfrente de
mí, con una cara de expectativa, emoción esta que se reflejaba en
el brillar de los ojos todavía empegostados por las ocho horas de
sueño que habían transcurrido, tomé el tubo de pasta dental
coloqué un poco en el cepillo y procedí a arrancarme el mal
aliento, pero no lo hacía con desgano, por el contrario lo hacia con
agilidad y avidez, con una rapidez que demostraba que algo esperaba
yo de este día que apenas comenzaba. Me quite los interiores y me
interne en la ducha, abrí la regadera y como cosa extraña el agua
salió natural y no fría como siempre, todas estas cosas juntas al
mismo tiempo me daban a entender el buen augurio con el que este día
se estaba constituyendo. Salí me seque, me eche desodorante, la
respectiva crema, me puse un interior limpio y me vestí, el reloj
estaba donde lo deje la noche anterior lo tome y lo puse en la mano
izquierda, agarre los cuadernos y fui para la cocina comí lo que mi
mamá me había dejado en el horno para luego salir de la casa y
dirigirme a la parada a esperar el autobús que me llevaría hasta la
universidad.
El clima estaba templado pero aceptable.
El autobús llega puntual y al montarme de repente algo me hizo
pensar que seria igual a todos los días, pues estábamos los mismos
borregos que van siempre a pastar al mismo tiempo... No no no me
quite ese pensamiento de la cabeza y luego de respirar y contar hasta
diez me centre en el primer pensamiento que tuve al despertar, hoy
algo te hará interesante el día...
Al llegar me encontré con lo que
esperaba que iba a pasar, una chica rubia como de 1,68, hermosa de
cara y no te digo de cuerpo, venia con un tipo y al momento de pasar
por mi lado de su boca salió una expresión que jamás pensé
escuchar de otra persona que no fuera yo o mi entorno- ella dijo “la
universidad huele a mierda”- quise acercarme y decirle que estaba
de acuerdo, que si quería podíamos tomarnos un café y sentarnos a
hablar sobre algunas ideas, que pasaban por mi mente con relación a
la universidad y su no-existencia, la ya no-funcionalidad y operancia
de la misma, que creía que la universidad era un fracaso que no
cumplía con sus objetivos básicos, que lo que hacia era graduar
licenciados inútiles e incapaces de resolver problemas reales, pero
que se tragaban su propio mojón de la excelencia y la pro actividad,
que creían plenamente en la reingeniería, la globalización y la
postmodernidad, licenciados que se creen superiores y ven a los demás
como diferentes... quise decirle todo eso pero una opinión emitida
por un grupo de chamos que venían detrás de ella no me lo permitió,
el grupo lo componían muchachos y muchachas que no pasaban de 23 año
ninguno lo que quiere decir que eran bastante jóvenes, y decían al
unísono-“me da asco estar en la universidad parece que
estuviéramos sobre una plasta de mierda, pero de perro”- todo esto
lo decían entre risas y con un cinismo que me dejo impresionado,
abrumado, definitivamente el día tendía a ser interesante.
Mientras caminaba y me dirigía al
cafetín pensaba en que habían comido estos muchachos la noche
anterior, pues hoy los mismos que ayer pensaban en la gran
universidad a la que pertenecían, a su amada alma mater, en lo bueno
que era el rector y el decano que regia sus vidas universitarias. Hoy
se referían de una forma tan despectiva y acertada a la vez, en
contra de la institución más importante de la educación.
Y ya no era sólo la primera chica, ni
el grupo de muchachos que me habían pasado por al lado, eran todos y
absolutamente todos los que tenían que ver y hacer un comentario en
contra de la universidad. De pronto cuando ya me acercaba al cafetín
vi un gran tumulto de personas que al ojo % parecían ser mas de 1000
entre estudiantes, estudiantas y profesores, lo cual era sorprendente
ver profesores al lado de los estudiantes y para ¡apoyarlos!
definitivamente increíble, tendrían que verlo para creerlo. Acelere
el paso porque quería escuchar los planteamientos que se hacían y
tal vez exponer algunos de los míos y los de otros que escuche
tiempo atrás... decirle que la constituyente universitaria no era
mas que una tramoya orquestada por una dirigencia estudiantil vendida
y sin compromisos y por un rector y su entorno acompañado por un
grupo de profesores reaccionarios que pretendían salvar a este
muerto viviente y en el proceso hacer regolerá con lo infinitos
recursos otorgados por el gobierno central.
Proponerles que llamáramos a la
paralización de actividades durante un año o el tiempo que durara
una gran discusión, la cual se costearía con los recursos enviados
para cubrir las erogaciones de un periodo lectivo y tendría como fin
formular y tratar de responder un conjunto de interrogantes sobre si
¿queremos una universidad? y si esto es así ¿qué universidad
queremos? Como muchas otras que nacerían con el correr del debate,
esta gran discusión contaría con la presencia de estudiantes,
profesores, obreros y empleados, ponentes que no pertenecieran a la
comunidad universitaria pero que tuvieran algo que decir, con la
participación de egresados y no egresados, de agricultores,
campesinos, chóferes de carritos por puesto, artesanos , poetas,
escritores, transeúntes, indígenas, pescadores, putas, maricos,
lesbianas, divorciados, viudos, viudas, iguanas azules y
multicolores, cayapos, madres, padres, niños, deportistas,
vendedores, buhoneros, carpinteros, herreros, mineros, verduleros,
busca peos, encapuchados, policías, guerrilleros, zapatistas,
oligarcas, cualquiera de la comunidad internacional y todo aquel que
tenga algo que decir con relación al futuro o la posible muerte de
la universidad.
Emocionado por lo que quería decir y
por lo que estaba ocurriendo, también me llego el olor a mierda,
pensé que era un efecto psicosomático por la euforia y no le preste
atención. Al fin llegue y me pare, para escuchar las propuestas que
se estaban haciendo, pero para mi sorpresa quien hablaba era uno de
los bolsas del centro de estudiantes quien estaba acompañado de uno
de los profesores mas jala bolas del rector y respaldados por un gran
numero de estudiantes, le decían al encargado de mantenimiento de la
facultad...
“Le exigimos, como máxima
representación de la dirigencia estudiantil y profesoral de la
facultad que arregle de inmediato la tubería de aguas negras que se
rompió, pues con ese olor no se puede dar ni recibir clases”
Todos aplaudieron y gritaron hasta que
se cansaron, se encontraban extasiados por la capacidad de resolver
problemas de los futuros lideres de un país en revolución.
Dalmith Quevedo (Piolo.UC)....
ResponderEliminarHa cuento pa bueno...creo recordarlo una vez...x alla en mis tiempos..jejejejej..