domingo, 17 de abril de 2011

Del despecho a la alegría



Del despecho a la alegría



I

Tanto le tiraron piedras

hasta que por fin le dieron

volvieron los oligarcas

alborotá el avispero

y sin embargo no tienen

moretones en el cuero

no recogieron el odio

que ellos mismos difundieron

por radio y televisión

y periódicos rastreros

hubo francotiradores

y policías pistoleros

que buscaban con afán

siete muertos por lo menos

para que el golpe de estado

tuviera su fundamento

en tres años y no había

por política ni un preso

igual que en las elecciones

fracasarían de nuevo

no pudieron confundirnos

tampoco meternos miedo

claro que el doce de abril

lloramos el desconsuelo

recuperamos la patria

y la estábamos perdiendo

pero, amaneciendo el trece

nos quitamos luto y duelo

paramos por un momento

lo que estábamos haciendo

y salimos a la calle

entre la tierra y el cielo

porque sabe a que se expone

el que viene del infierno

si no se tiene país

para qué seguir viviendo

a pesar de tanta vaina

más allá de los abuelos

sigue el pueblo con su canto

bailador y parrandero

tantos golpes hemos llevado

y seguimos siendo buenos

del despecho a la alegría

llevando golpe y sonriendo

salimos con la colmena

en los corazones tiernos

enjambre de abeja real

que esa no tiene veneno

cada uno es una gota

y todos el aguacero

porque eso lo demostramos

el veintisiete e febrero

que salimos con el hambre

entre el hueso y el pellejo

cuando supieron los ricos

que no somos tan pendejos

esa vez fuimos en contra

ahora a favor del gobierno

que si lo quiso tumbá

la oligarquía y el imperio

eso nos identifica

es lógico desde luego

pero no quiere decir

que seamos gobierneros

si de algo estamos seguros

es que no nos devolvemos

de que nos chupa la vida

la mercancía y el dinero

aquí voy con mi verdad

y por ella me degüello

que horita en este país

andamos lindos y bellos

el corazón de la historia

en Venezuela latiendo

y ese no lo para nadie

tiene mucho sentimiento

es una revolución

la que está sembrando el pueblo.


II

Es una revolución

la que está sembrando el pueblo

allí radica su fuerza

la pureza de su fuego

el agua de su ternura

la tormenta de sus vientos

la ceniza de su piedra

la flor de los cementerios

que se orina en los altares

y se caga en los espejos

que se alivia y que se enferma

sin enfermedad ni médico

se burla de las recetas

ha sido esclavo sin dueño

solamente siendo anónimo

eres aire de su aliento

de la turba y el tumulto

la delicia de su premio

señores pido permiso

para contarles un cuento

que ustedes ya la conocen

pero que horita recuerdo

invoco primeramente

a todos los guerrilleros

incógnitos en la lluvia

germinando el semillero

para nombrar a Bolívar

que todos reconocemos

y a Francisco de Miranda

el de los miles senderos

de cuando aquí en Venezuela

La independencia quisieron

En la primera república

una derrota mordieron

con su ejército mantuano

de levita y terciopelo

que al verse comprometido

ahí mismo salió corriendo

una idea no se concreta

encerrada en el cerebro

remolineando en su clase

lógicamente no vieron

que no tenían el apoyo

de los indios y de los negros

artesano y campesino

pescador y conuquero

que tenían para la guerra

los motivos verdaderos

era el pueblo sin camisa

eran los pata en el suelo

que pa andá con los mantuanos

no pudieron convencerlo

la gente andaba con Boves

porque él andaba con ellos

cuando matan en Urica

a ese taita refiero

es con El Catire Páez

que toa esa gente se fueron

porque andaba entre la turba

como todo buen llanero

Bermúdez y Manuel Piar

mucho pueblo convencieron

ya güelía a revolución

lo que dijeron primero

se hablaba de libertad

de repartí los terrenos

después de la independencia

de Venezuela siguieron

A liberá otros países

sin afán de someterlos

más tarde Ezequiel Zamora

y tantos más no sabemos

hoy en día somos los mismos

nosotros somos aquellos

porque somos la semilla

vital de todos los tiempos

sembramos el corazón

para que nazca el resuello

es una revolución

lo que está sembrando el pueblo

no nos apuremos tanto

no importa si no la vemos

la alegría del porvenir

que coseche nuestros sueños.


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