viernes, 17 de junio de 2011

LOS PRESOS POLÍTICOS DEL CAPITALISMO SILENCIAN A LA IZQUIERDA INDIGNADA


Como siempre somos los pobres los que ponemos los muertos, en la guerra del capitalismo contra nosotros las bajas siempre son de este lado, y libre dios que por alguna mala leche los muertos sean de los clase media o de los ricos, ese día se arma una algarabía, una lloradera, sacan a ministros y joden a funcionarios, pero cuando son nuestros los muertos, cuarenta y pa la cola, es el día a día.

Todos los barrios del mundo son cárceles a cielo abierto, donde los dueños obligan a vivir a sus esclavos, pero como no hay hombre o mujer que se cale ese látigo eternamente y en cualquier momentos se le alza al orden establecido, existen los aparatos de represión de los ricos, conocidos como policías o ejércitos (Todos ellos conformados por pobres como nosotros). El estado tiene todo su aparataje, tiene prisiones para nosotros, tiene balas para nosotros, tiene drogas para nosotros, tiene cementerios para nosotros, todo esta preparado todo esta contabilizado, somos estadísticas, no somos más que un numero, si acaso una cédula.

Los pobres solo servimos para producir la riqueza que otros se disfrutan, somos burros de carga, animales de trabajo, somos mano de obra desechable, somos lo que tu quieras, todo menos gente, los pobres somos muchos, porque se necesita muchos de nosotros para producir la comodidad de los pocos que son los ricos, es por eso que es mentira todo el cuento del la repartición de la riqueza, o en todo caso es falso que cuando la repartan a nosotros los pobres nos toque algo de ella.

En esta guerra diaria entre nosotros y el capitalismo, ocurre lo que en toda guerra (claro solo que aunque los pobres somos más que los ricos, estamos peor armados y no tenemos un gran ejercito, solo pequeñas guerrillas conocidas como hampa, la mismas se encuentran desperdigadas, regadas por ahí, sobreviviendo, en su gran mayoría confundiendo a su enemigo de clase, enfrentadose entre ellas o jodiendonos a nosotros) hay muertos, hay combates, hay emboscadas, grandes masacres y existen los prisioneros de guerra (bueno ellos los ricos toman prisioneros, en la gran mayoría de de las veces nosotros no lo hacemos), los nuestros que son capturados por ellos, a veces son combatientes y en las más de las veces simples falsos positivos, caras e` culpable, que se encontraban en el lugar y momento equivocado y uno que otro enfermo resultado del modelo capitalista son los que engrosan la estadística de las cárceles del capitalismo en nuestro país y en el mundo, son presos políticos pues, presos del modelo de producción en el que nacimos. En el caso de Venezuela existen mas de 40 mil presos políticos del sistema.

La guerra es abierta, es sangrienta y terrible como toda guerra, los medios de propaganda del enemigo, llama a nuestro bando, delincuentes, hampa común y nos hace creer que el resultado de cada fin de semana en Caracas o cualquier otra ciudad de este país es producto de la inseguridad, nunca llaman las cosas por su nombre, estamos en guerra, es una guerra y es de clases, son los dueños contra nosotros, ha sido así siempre y es por eso que en este tiempo histórico ocurre una REVOLUCIÓN.

Hace algunos días ocurrió una masacre dentro de uno de los penales, mejor conocido como el RODEO I, a ciencia cierta aquí afuera nadie sabe cuantos son los caídos, sabemos que son muchos, entendemos que estamos en guerra y esto es parte de la historia, del guión no escrito pero que escribimos todo los días. Son varias las familias de las cárceles a cielo abierto que hoy lloran a sus muertos, mañana el telón volverá a subir y seguirá la historia, seguiremos peleando, seguiremos resistiendo y ya se acercan los tiempos de nuestras ofensivas.

Pero nada pasa en vano, hasta hace pocos días la hipocresía andaba por las calles y por la web, campante, oronda, luciendo sus mejores galas de izquierda refinada y contestaría, pidiendo por los suyos, los de su clase, maldiciendo a Chávez por indigno de ser el líder de este proceso, escupiendo y vomitando palabras, que llenaron millones de megabytes en la red y atapusaron sus blackberrys de coraje e ira por la violación de los principios del buen revolucionario, tomo I capitulo tres versículos del 7 al 20. Pero a la fecha no hay un solo hipócrita fariseo de estos, que diga una palabra sobre lo ocurrido en el Rodeo I, porque al final pobre no es gente y ellos están muy cómodos dentro de sus academias, cargos y claustros de la izquierda como para bajarse de ese pedestal.

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