sábado, 12 de abril de 2014

El Cayapo 42


Cuando uno se encuentra un esclavo, hijo de esclavos, nieto de esclavos, defendiendo la propiedad privada sin tener un hueco donde caer muerto, uno manda a la mierda todos los santillana y las historias "solemnes" de disque una República de Venezuela de liceo.

Cuando no duele la patria sino el empleo y el esclavo manda al coñísimo de su madre al suelo que pare alimento con tal de defender a su amo que le atapuza la jeta todos los días de harina y cerveza.

Entonces aquí es donde se reivindica la capacidad destructiva que tiene esta revolución  sobre todos los conceptos existentes. Que no quede piedra sobre piedra en esta mina, pa que floree otro concepto posible, donde no seamos esclavos de mierda, sino gente de abono.

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